Blas Pascal (1623-1662) ganó reconocimiento como renombrado matemático, físico y hombre conforme al corazón de Dios. Al convertirse en una eminencia en geometría y física utilizó sus habilidades analíticas para estudiar la religión, o como el dijo, a contemplar la grandeza y la miseria del hombre. La defensa clásica que Pascal presentaba en su tiempo a favor de Cristo. Fue un niño prodigio que fue educado por su padre, un recaudador de impuestos en Rouen.