Lo que el mundo llama "locura" en realidad es sabiduría. A la inversa, lo que el mundo considera "sabio" en realidad es locura. El no creyente tiene todos sus criterios al revés, de modo que se burla de la fe cristiana o la mira como algo intelectualmente deshonroso. De modo que se puede concluir, "¿Dónde entonces está el disputador sabio de este mundo?" No hay ninguno, pues como lo ilustra la historia de la filosofía humanista de manera tan clara, Dios ha avergonzado la sabiduría del mundo. Es confundida por la predicación "necia" de la cruz.

Contenido

• Enfoquemos nuestra mirada en las leyes naturales

• La fe en las leyes científicas

• Aplicación universal de las leyes científicas

• Atributos divinos de la leyes científicas

• El poder de la ley

• El carácter personal de la ley

• La incomprensibilidad de la ley

• ¿Estamos divinizando a la naturaleza?

• La bondad de la ley

• La hermosura de la ley

• La rectitud de la ley

• La ley como "trinitaria"

• Dios se manifiesta a sí mismo

• Pero, ¿son creyentes los científicos?

• ¿Creemos los cristianos?

• Principios para dar testimonio

• Ampliando nuestro enfoque

• Regresando a los atributos de Dios