Jacobo Arminio (1560 -1609), fue profesor de teología en la Universidad de Leiden en Holanda desde 1603 hasta su muerte. Escribió muchos libros y tratados de teología, publicados después de su muerte, y sus opiniones se convirtieron en la base del arminianismo, del movimiento Remostrante holandés, así como del metodismo y el pentecostalismo. La influencia de Arminio en la teología evangélica protestante es sólo igualada por Juan Calvino. Durante toda su vida, Arminio buscó ser fiel al mensaje de las Escrituras, tal y como había sido comprendido desde la era apostólica, patrística, medieval, y de la reforma. Su obra es producto de un intelecto elevadísimo, y una profunda piedad y amor a la Iglesia. Su lema al momento de escribir era Bona conscientia paradisus, que significa: Una buena conciencia es un paraíso.
Sin embargo, aunque la influencia de Arminio ha sido tremenda en Latinoamérica es realmente muy poco lo que se conoce de él, y abundan distorsiones de su pensamiento, tanto de sus defensores como de sus críticos. Este libro representa la primera traducción al español de las dos principales obras teológicas del teólogo holandés. La Declaración de Sentimientos representa la síntesis y defensa de sus creencias, compuesta poco antes de su muerte, y Disputas Públicases un compendio de teología sistemática, escrito para sus colegas y estudiantes de teología.