El mensaje de Ezequiel | The Message of Ezekiel

El nombre de Ezequiel significa "Dios fortalece". Cada vez que se mencionaba el nombre del profeta, se aseguraba al pueblo de Dios que recibiría su ayuda y se le recordaba su promesa de vendar "la perniquebrada" y fortalecer "la débil".

Ezequiel vivió en tiempos de grandes convulsiones políticas y presenció el derrumbamiento final de Judá ante el imperio babilónico. Su disposición absoluta e incondicional a hacer la voluntad de Dios - a menudo a un elevado precio para sí mismo - durante los largos años de su fiel ministerio en el exilio es un ejemplo resplandeciente para los obreros cristianos en todas partes.

El mensaje de Ezequiel habla de la fidelidad de Dios a su pacto, tanto en la ejecución del juicio sobre el pecado como en la bendición y restauración de un remanente por medio de la venida de Jesucristo el Mesías. La visión final del Profeta anticipa tiempos de gran bendición que comprenden no sólo la restauración del exilio, sino las bendiciones de un nuevo pacto y la gloria final del Cielo.

Derek Thomas nació y se crio en Dyfed, Gales, y se preparó para el ministerio en el Reformed Theological Seminary de Jackson (Mississippi), donde actualmente es profesor. Es autor de varios libros entre los que se encuentran: Help for Hurting Christians (Ayuda para cristianos dolidos) y God Delivers (Dios libera), un comentario a la profecía de Isaías. En español disponemos de su comentario a Job: Cuando arrecia la tormenta, publicado por Editorial Peregrino.

"Derek Thomas es [...] un excepcional escritor y comunicador; es especialmente hábil en la utilización de ilustraciones adecuadas así como en aplicaciones estimulantes".

Ezekiel's name means "God strengthens." Every time the prophet's name was mentioned, God's people were assured of his help and reminded of his promise to "bind up the injured and strengthen the weak."

Ezekiel lived in times of great political turmoil and witnessed the final collapse of Judah to the Babylonian empire. His total, unquestioning willingness to do God's will, often at great cost to himself, during the long years of his faithful ministry in exile, is a shining example to Christian workers everywhere.

The message of Ezekiel is one of God's faithfulness to his covenant, both in carrying out judgement on sin and in the restoration and blessing of a remnant through the coming of the Messiah, Jesus Christ. The prophet's final vision looks forward to days of great blessing, encompassing not only the restoration from exile, but the blessings of the new convenant and the final glory of heaven.